Lunes 1 de febrero de 2021. Ciudad de Nueva York – La mal llamada “guerra contra las drogas” nunca ha funcionado y nunca va a funcionar. Activistas han dicho que la “guerra contra las drogas” en realidad es una guerra contra las personas de color por que son las personas de color las más afectadas negativamente por esa guerra. Esta guerra debe de terminar.
Tanto los republicanos como los demócratas apoyan la guerra contra las drogas. El expresidente Donald Trump y el presidente Joe Biden están en contra de la legalización de la marihuana.
“En los Estados Unidos de América la guerra contra las drogas no ha podido reducir los daños causados por el consumo de estas sustancias, pero sí ha causado sistemáticamente la criminalización desproporcionada y la encarcelación masiva de las personas Latinas. La guerra contra las drogas incrementa el perfilamiento racial, la violencia contra los migrantes, la vigilancia estatal, y la militarización de las policías locales y de las fronteras,” dice Drug Policy Alliance.
La “guerra contra las drogas” no solo afecta a Latinas y Latinos en Estados Unidos de América, también afecta negativamente a millones de personas en nuestros países de origen. El Partido Demócrata y el Partido Republicano apoyan esta guerra absurda que esta afectando a millones de personas en el mundo.
El partido político que apoya la legalización de la marihuana y despenalización de otras drogas es el Partido Verde de los Estados Unidos de América. El Partido Verde dice (en Inglés) en su pagina GP.org:
* “Poner fin a la “guerra contra las drogas”.
* Redirigir los fondos presupuestados actualmente para la “guerra contra las drogas” hacia una mayor investigación, educación, asesoramiento y tratamiento.
* Legalizar la posesión, venta y cultivo de cannabis / marihuana.
* Enmendar la Ley de Sustancias Controladas para reflejar que el consumo de drogas en sí mismo no es un delito.
* Quitar del expediente condenas por delitos graves anteriores por posesión, venta o cultivo de marihuana.
* Otorgar amnistía y liberación del confinamiento sin más libertad condicional o libertad condicional, a aquellos que han sido encarcelados por el uso, venta o cultivo de marihuana en prisiones federales y estatales y en cárceles del condado/ciudad, y que de otra manera no tienen condenas por delitos orientados a las víctimas, o que no requieran tratamiento por abuso de drogas duras. Brindar la opción de tratamiento por drogas a quienes abandonan el confinamiento.
* Implementar un programa paso a paso para despenalizar todas las drogas en los Estados Unidos de América.”
El acceso ampliado a servicios vitales de salud, adicción y recuperación, en lugar de arresto y encarcelamiento, salvará innumerables vidas.
Este es un comunicado de prensa del Drug Policy Alliance.
“Hoy, Oregon se convirtió en el primer estado de los Estados Unidos de América en despenalizar la posesión de pequeñas cantidades de todas las drogas y aumentar considerablemente el acceso al tratamiento, la recuperación, la reducción de daños y otros servicios. Este es el resultado de una iniciativa de votación exitosa encabezada por Drug Policy Action, el brazo de defensa de Drug Policy Alliance, en asociación con aliados de Oregon desde hace mucho tiempo, que fue aprobada por los votantes en las elecciones de noviembre de 2020 por un margen de 17 puntos. El cambio representa un cambio sustancial en la guerra de medio siglo contra las drogas en Estados Unidos de América que ha llevado a la criminalización y el castigo de millones y ha dañado desproporcionadamente a las comunidades de color.
“Hoy ha caído el primer dominó de nuestra guerra cruel e inhumana contra las drogas, lo que ha desencadenado lo que esperamos sea una cascada de otros esfuerzos que centran la salud en la criminalización,” dijo Kassandra Frederique , directora ejecutiva de Drug Policy Alliance. “Por primera vez en al menos medio siglo, un lugar en los Estados Unidos de América, Oregón, nos mostrará que podemos brindar ayuda a las personas sin castigarlas. Esta ley está destinada a proteger a las personas contra la persecución, el acoso y la criminalización a manos del estado por consumir drogas y, en cambio, darles acceso a los apoyos que necesitan. Durante el último año, se nos ha recordado dolorosamente los daños que provienen de la vigilancia de la guerra contra las drogas y la ausencia de los servicios de salud necesarios y otros sistemas de apoyo en nuestras comunidades. Hoy, Oregón nos muestra que un mundo mejor y más justo es posible.”
Si bien algunas jurisdicciones, como el condado de Multnomah, decidieron seguir adelante con la despenalización antes del 1 de febrero, hoy el cambio en la ley entra en vigencia oficialmente en todo el estado. Las personas que posean drogas para su uso personal ya no enfrentarán el arresto ni la carga de los antecedentes penales, sino que estarán conectadas con servicios de apoyo, como tratamiento basado en evidencia y culturalmente sensible, apoyo entre pares y servicios de recuperación, reducción de daños y otros servicios de salud e incluso asistencia para la vivienda y el trabajo, en caso de que los necesiten y deseen. Los servicios se financiarán mediante el exceso de ingresos fiscales por marihuana (más de $45 millones) y los ahorros de no arrestar, encarcelar y procesar a personas por posesión de drogas. Según las proyecciones actuales, el exceso de ingresos fiscales por marihuana por sí solo debería resultar en más de $100 millones en financiamiento para servicios en el primer año y hasta $ 129 millones para 2027.
La DPA ha estado trabajando activamente en asociación con la Oregon Health Justice Recovery Alliance, una coalición diversa de más de 70 socios comunitarios en todo el estado que apoyaron el esfuerzo, para garantizar que la intención y la voluntad de los votantes estén protegidas e implementadas por completo sin demora, centrando las necesidades de las comunidades más dañadas por la guerra contra las drogas.
Según un informe de la Comisión de Justicia Penal de Oregón publicado por la oficina del Secretario de Estado de Oregón, la nueva ley dará como resultado una disminución del 95% en las disparidades raciales en los arrestos por drogas. El impacto real en las disparidades podría ser aún más dramático, señala el informe, que indica que “pueden existir otras disparidades en diferentes etapas del proceso de justicia penal, incluidas las desigualdades en las detenciones policiales, las reservas de cárcel, la fianza, la detención preventiva, las decisiones de la fiscalía y otros.”
Los elementos fundamentales de la nueva ley se basan en modelos exitosos utilizados en otras partes de los Estados Unidos de América y en todo el mundo, incluidos Portugal y Suiza, pero diseñados específicamente para satisfacer las necesidades de los habitantes de Oregón. DPA trabajó en consulta con muchos residentes de Oregón involucrados en salud pública, tratamiento, recuperación, equidad, economía, justicia penal, libertades civiles y más para elaborar la medida.
La iniciativa fue apoyada por un amplio espectro de grupos locales, estatales y nacionales, incluidos ACLU, Human Rights Watch, AFSCME de Oregon, NAACP de Portland / Eugene Springfield, Oregon Academy of Family Physicians, The Confederated Tribes of Grand Ronde, Oregon Nurses Association, Harm Reduction Coalition, YWCA of Greater Portland, Oregon Chapter of the American College of Physicians, Law Enforcement Action Partnership, Coalition of Communities of Color, Oregon School Psychologists ‘Association, SEIU Local 49 & 503, Oregon AFL-CIO, y 120 otros más.
Defensoría federal y estatal relacionada. La victoria de Oregon demuestra que la despenalización es políticamente viable, fortaleciendo los esfuerzos que ya están en marcha en otros estados e incluso en el Congreso, donde la DPA ha publicado un marco federal para la despenalización de las drogas. El esfuerzo, descrito en una propuesta, Desmantelando la Guerra Federal contra las Drogas: Un Marco Integral de Despenalización de las Drogas, presentado por la organización en agosto de 2020, proporciona una hoja de ruta para que los legisladores pongan fin de manera efectiva a la criminalización de las personas que consumen drogas y comiencen a reparar el daño que ha causado la aplicación de la ley de drogas, particularmente en las comunidades de color.
La Drug Policy Alliance ha abogado durante mucho tiempo por la despenalización de las drogas como un primer paso fundamental para poner fin a la guerra contra las drogas, incluso en su informe de 2017, “Es hora de que los Estados Unidos de América despenalicen el uso y la posesión de drogas.” El informe es el resultado de una revisión exhaustiva de la literatura sobre salud pública y criminología, un análisis de las políticas de drogas en los EE. UU. y en el extranjero, y el aporte de expertos en los campos de la política de drogas y la justicia penal.”
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Izquierda a derecha: Miembro de VOCAL-NY y Kassandra Frederique, Directora de Drug Policy Alliance (DPA).
Foto por Javier Soriano/www.JavierSoriano.com
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